La Cuentoterapia se cuela en el Erasmus+
Itsaso Zaldibar Noriega
Licenciada en ciencias políticas. Trabaja en el ámbito de la educación no formal y en la gestión de proyectos europeos en Países Bajos. Estudiante de Cuentoterapia.
En septiembre de 2021 hice el curso online “Educar, crear y sanar a través de los cuentos”, que organizaba Unimar. Un tiempo antes, mi amiga Beatriz Aroca que ya estaba realizando los módulos de AICUENT en Murcia, me había hablado sobre estos cursos. Cuál fue mi sorpresa que empecé a recordar cuentos que me contaban cuando era pequeña. Me acordé de mis abuelas, que me contaban el cuento de la asadura, “Juan sin miedo”, “El árbol que cantaba, el pájaro que dice la verdad y el agua que rejuvenece”; además de todas las leyendas mitológicas vascas, de Mari, Tártalo, Basajaun, Lamiak, Herensuge, etc. Y quise saber más, porque me transportaron a mi niñez, a esos momentos con mis abuelas...
El curso online de UNIMAR me hizo darme cuenta de muchas cosas que creemos acerca de los cuentos, que no son reales, que tergiversan su sabiduría, como puede ser el no entender la dualidad femenino / masculino, el simbolismo en las descripciones de los personajes; los cuentos tradicionales no son Disney. Así que, después del curso online, me aventuré a hacer los módulos presenciales.
En 2018 decidí crear una fundación para hacer proyectos europeos. La fundación Stichting Heimat tiene como misión crear un mundo mejor que funcione para todos. Un mundo donde todas las personas estén motivadas por el amor, dirigidas por el cuidado de sí mismas y de las demás, y trabajen en cooperación. Nos esforzamos por crear un mundo en el que las personas vivan la vida que quieren vivir y se conviertan en el cambio que quieren ver en el mundo. Un mundo donde todos se sientan a gusto para ser quienes quieren ser.
Beatriz Aroca (izq.) e Itsaso Zaldibar (dcha.), creadoras del proyecto Hero’s Journey: The Power of Storytelling for wellbeing.
Mi compañera Bea y yo decidimos presentar un proyecto piloto para el programa Erasmus+, Los cuentos como medio para ayudar en el bienestar y la salud mental. Un proyecto que estaba dirigido a trabajadores sociales, trabajadores en el ámbito juvenil, educadores, y personas en general que trabajaran con gente joven o que estuvieran estudiando para hacerlo en un futuro cercano. En los programas de Erasmus+, los cursos de formación y el perfil de los participantes es básicamente éste, trabajadores sociales, juveniles, profesores, y en general todo aquel que trabaje con gente joven.
Anteriormente habíamos escrito un par de proyectos, sobre la salud mental y la inteligencia emocional, y en Países Bajos fueron rechazados. Así que este proyecto lo enfocamos más desde el punto de vista del Storytelling, usando los cuentos como un medio para alcanzar al bienestar (wellbeing) y la salud mental. En Países Bajos, todo lo que tiene que ver con lo abstracto, lo simbólico y lo inconsciente, se mira aun con recelo. Así que, presentamos una propuesta en la que pudiéramos introducir el concepto de cuentoterapia y trabajar con los cuentos, en el contexto europeo. Aprobaron el proyecto, y en mayo de 2022 implementamos el curso en los Países Bajos, bajo el formato de Erasmus+. Un curso que pretendía traer los cuentos como herramienta para ayudar en el bienestar y la salud mental de jóvenes en riesgo de exclusión.
Vinieron participantes de Letonia, Grecia, República Checa, República de Macedonia del Norte, Bulgaria, España y Países Bajos. La idea central era que una vez que fueran a sus respectivos países, pudieran utilizar cuentos en su trabajo con jóvenes. Planteamos el curso con la perspectiva de dar una base de partida. Todos los cursos bajo el programa de Erasmus+ están pensado desde la perspectiva de aprender haciendo, es decir, poca teoría y mucha práctica.
Pedimos a los participantes que trajeran cuentos, fábulas, historias, o mitología de sus países con la intención de que pudieran compartirlos con personas de otros países europeos y ver si existían elementos comunes o historias similares. Las similitudes se encuentran en que prácticamente todos los cuentos mantienen la misma estructura, personajes… En los dos cuentos de Bulgaria, el personaje principal era un herrero; de República checa trajeron un cuento de tradición oral titulado ”La sal es más que el oro”; de Grecia trajeron algunas fábulas de Esopo, la versión griega de “El gato con botas” y narraciones mitológicas como la historia de Ícaro; de Letonia, nos trajeron un cuento tradicional titulado “Spriditis”, y “Ratón de casa y ratón de campo”; de la República del Norte de Macedonia, “La historia del campo de muñecas” y “Tsiljan la cigüeña”; las participantes de España trajeron “Los caballeros del pez”, “Los tres cerditos”, el cuento sufí “El barquero y el escolar” y el cuento de la lechera. Y de Países Bajos, “Las mujeres blancas de Lochem”, “La leyenda del zapato de madera” y “Los gnomos y las campanas”. Como eran demasiadas narraciones, sumando todos los cuentos, fábulas, leyendas y mitos aportados, hicimos grupos de 4-5 personas para que trabajaran, en grupos reducidos, en el reconocimiento de las similitudes entre los cuentos de tradición oral. Cada uno de los grupos estaba compuesto por participantes de países diferentes.
No entramos en el análisis simbólico, por diferentes razones, pero la principal fue la falta de tiempo; y además, es complicado trabajar en un grupo tan grande, usando un idioma que no es el idioma materno de ninguno de los participantes. Por otra parte, ese no era el objetivo del curso como tal. Mientras avanzaban los días, mi compañera iba dando mas información sobre los cuentos de tradición oral, y hacíamos muchas actividades utilizando cuentos ilustrados. Y así llegó el día en el que tendrían que preparar un taller.
Participantes en el curso de seis días desarrollado en Países Bajos y acogido dentro del programa Erasmus+ de la UE
El curso duró 6 días. El primero fue, sobre todo, un día para conocernos mejor, hacer grupos de trabajo donde apoyarnos y reflexionar, y poder valorar el aprendizaje de cada día. El segundo día estuvo enfocado a las resistencias al cambio y realizamos actividades relacionadas con la narración: escribir y contar una historia, identificar roles y arquetipos, y realizar un ejercicio para contar los cuentos de tradición oral de sus países. El tercer día lo dedicamos a actividades en las que aprendíamos cómo apoyar a otras personas, cómo despertar al narrador interior y contar cuentos; y también lo dedicamos a conocer actividades que pudieran realizar en grupos. El cuarto día prepararon los talleres y el quinto los realizaron.
Les propusimos los 10 temas de los módulos básicos de cuentoterapia, para que crearan talleres de un máximo de 45 minutos, para grupos reducidos. Por lo tanto, crearon 10 grupos de 2/3 integrantes y cada grupo eligió la temática que más le interesara trabajar. Para que pudieran preparar los talleres, se les dio un día entero. Bea y yo guiamos a los grupos con las dudas que pudieran tener respecto a cuentos, objetivos, materiales, etc. A la mayoría de los grupos sólo tuvimos que ayudarlos a matizar un poco las ideas y objetivos. Un par de grupos no tuvieron claros los cuentos que podrían utilizar y les aconsejamos algunos, de los cuales eligieron uno de ellos.
La estructura del taller dependía de los y las participantes. Podían empezar con un cuento, directamente, y después hacer una actividad práctica que tuviera relación con la temática y el cuento elegido, y continuar con una pequeña reflexión entre los participantes de dichos talleres. O hacer una introducción al tema elegido, hacer después una actividad, reflexionar sobre ello y cerrar con un cuento.
El objetivo de estos talleres era ofrecerles un espacio seguro para planificar e implementar un taller, ya que al volver a sus países tendrían que diseñar un taller con su propia audiencia y en sus idiomas. Como he mencionado al principio, los participantes de estos cursos no eran terapeutas, por lo que el curso no estaba enfocado al uso de los cuentos como herramienta terapéutica, sino mas al uso de los cuentos como herramienta en el trabajo con jóvenes en riesgo de exclusión. Además, estos cursos tienen un formato que es, sobre todo, el de un aprendizaje experiencial y no tanto teórico. Bea preparó unas presentaciones que le ayudaran a entender qué son los cuentos de tradición oral, incluyendo pinceladas sobre Carl Jung y la existencia de los arquetipos, nociones básicas sobre el arte de la narración y los orígenes de los cuentos. La mayor parte del tiempo realizábamos actividades, siempre introduciendo cuentos, y cada actividad iba acompañada de una reflexión en pareja, en grupos de trabajo o individual.
Cada participante narró cuentos tradicionales de sus propios países
El último día, la primera parte la dedicamos a dar un feedback sobre los talleres realizados el día anterior, a cerrar los grupos de trabajo y reflexión, y a la despedida. Normalmente, el día empezaba a las 10 de la mañana y terminaba hacia las 19.30 de la noche. Se realizó todo en un mismo edificio, allí dormimos, comimos y realizamos el curso.
La experiencia de realizar sus propios talleres fue muy gratificante para los participantes y cuando volvieron a sus respectivos países de residencia pusieron en práctica lo aprendido en la formación. Dos participantes realizaron actividades con cuentos en dos intercambios juveniles europeos; y tres participantes que colaboran con una organización que trabajan con jóvenes con problemas de adicción, también han usado los cuentos con estos jóvenes. La mayoría de los y las participantes realizaron talleres en sus respectivos países, evaluaron la formación de manera positiva y continúan utilizando cuentos en sus talleres con jóvenes. También nos comunicaron que han sentido la necesidad de saber más y de indagar en el mundo de los cuentos.
Un proyecto europeo sobre cuentoterapia es un desafío por varias razones. Una de ellas es el idioma, otra el tamaño de los grupos, que en su mayoría pasan de los 25 participantes. Y otra que los cuentos y álbumes ilustrados que nosotras conocemos están en castellano, y sólo alguno quizá está en inglés o francés. Y, por último, está la limitación del tiempo. Lo mejor de todo fue la sensación de que los cuentos unen a las personas, y que cuando te cuentan uno, quieres otro más.
A nivel personal, hasta ahora los módulos o talleres que he realizado me han servido para darme cuenta de cosas que no creía que estaban ahí y me han animado a cambiar cosas que no me gustaban, a asumir o aceptar otras que nunca podría cambiar y, en definitiva, a cambiar la perspectiva de las cosas.
Empecé con el módulo sobre el desarrollo de la asertividad y después hice otros dos más, los que tratan sobre el duelo y la muerte, y sobre la autonomía y abandono. Este fue el segundo que hice, me impactó mucho y pude entenderme un poco mejor y cambiar la perspectiva de mi propia situación. En 2013 emigré a Países Bajos. En principio, sería sólo para un año. Había conseguido una plaza en un programa de Erasmus+, en una organización situada en el interior del país, en un pequeño pueblo. Esta organización hace sobre todo cursos de desarrollo personal, coaching, constelaciones y trabajo sistémico. Después de ese año, me ofrecieron quedarme a trabajar en la organización un año mas. Sigo viviendo en Países Bajos. Llevaba años sintiéndome mal y culpable porque había “abandonado” a mi familia, mis amigas… El taller sobre el abandono hizo que me reconciliara conmigo misma y me ayudó a saber que yo no había abandonado a nadie. El curso dedicado al duelo era uno de los que más quería hacer. He sufrido 3 abortos, uno de ellos justo hace un mes, y mi primo murió el año pasado, un año después de la detección de un glioblastoma. Este módulo me ayudó en parte a reconciliarme un poco con la vida, y a aceptar que así es la vida. Tengo muchas ganas de seguir haciendo los módulos, pero vivir en otro país hace que sea un poco más complicado para mi. Coger vuelos, hoteles, lidiar con el trabajo y la vida en general, hacen que vaya muy poco a poco, pero sigo teniendo la misma ilusión que cuando hice el de la asertividad. Hasta ahora, he ido a las escuelas de Alicante y Mallorca, porque me coinciden mejor los vuelos y precios, pero no descarto ir a otras escuelas, porque siempre me he sentido como en casa.
Los participantes pudieron diseñar un taller en el que los cuentos servían como herramientas para trabajar con jóvenes en riesgo de exclusión
Si alguien tiene más curiosidad: https://heimatfoundation.com/heros-journey/ Ahí encontrará más información. Y el link al booklet es éste: ( https://www.salto-youth.net/tools/toolbox/tool/storytelling-for-wellbeing-and-mental-health.3360/ )
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